Saturday, September 02, 2006

REYES CATOLICOS

Reyes Católicos
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Rendición de Granada a los Reyes Católicos
Reyes Católicos es el título que el Papa Alejandro VI concedió a Fernando de Aragón e Isabel I de Castilla, como compensación porque antes había otorgado el título de Rey Cristianísimo al rey de Francia.
El reinado de los Reyes Católicos sucedió en la época del tránsito del mundo medieval al mundo moderno. Con su enlace se consiguió la unión, con la dinastía de los Trastámara, de las Coronas de Castilla y de Aragón.
Los Reyes establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista de Granada, Navarra, Canarias, Melilla y otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad - exceptuando Ceuta - de los territorios que hoy conforman España.
Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por el carácter diplomático de Fernando el Católico, que supondría la hegemonía española durante las épocas siguientes. El descubrimiento de América en 1492 supuso un hito en la historia mundial.
Esta circunstancia abrió enormes posibilidades a la economía, a la ciencia y acentuó la expansión atlántica que continuaría en los siguientes siglos.
Véase artículo Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.
Tabla de contenidos[ocultar]
1 Política interior
1.1 Unificación territorial
1.1.1 Comienzo del reinado
1.1.2 Conquista de Granada
1.1.3 La conquista de Navarra
1.1.4 Incorporación de las islas Canarias
1.2 Instituciones políticas
1.2.1 Reino de Castilla
1.2.2 Corona de Aragón
1.3 Política religiosa
1.4 Economía y sociedad
2 Política exterior
2.1 Política matrimonial
2.2 La expansión por el Mediterráneo: Italia
2.3 Expansión por el norte de África
2.4 La expansión atlántica: América
3 Regencias
3.1 Regencia de Fernando el Católico (1508 a 1516)
3.2 Regencias por arzobispos
4 Blasones
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Política interior
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Unificación territorial
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Comienzo del reinado
Para más información, consulte el artículo principal sobre la Guerra civil Castellana (1475 a 1479)
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Conquista de Granada
Después de la guerra civil castellana se reanudó la conquista del reino nazarita de Granada. Aprovechando que el reino de Granada se encontraba en crisis dinástica entre el sultán, su hermano el Zagal y su hijo Boabdil; se comenzó una guerra por la conquista de Granada. Se distinguen varias fases:
(1469): Se casan los Reyes Católicos.
(1484 a 1487): Conquista de la parte occidental del reino. Boabdil firma un tratado con los Reyes según el cual entregaría Granada a cambio de que le dieran un señorío en la zona oriental de reino.
(1488 a 1490): Empieza la conquista del oriente del reino. Se traslada la base de operaciones a Murcia. Durante esta etapa se rinde el Zagal.
(1490 a 1492): Se exige a Boabdil la entrega de Granada. Al enterase el pueblo granadino de lo pactado opone resistencia que es respondida por los ejércitos de los Reyes. Al final Boabdil entrega Granada tras unas negociaciones secretas.
La victoria de esta guerra significó:
La aparición de un ejército estructurado y profesional, independiente de la nobleza, que estaría formado por los tercios reales.
La aportación de grandes recursos económicos.
El reparto de los territorios granadinos entre señores de la nobleza, apareciendo así nuevos señoríos.
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La conquista de Navarra
Navarra a principios del siglo XVI estaba dividida en dos bandos agromonteses y beamonteses cada uno partidario de un rey distinto. Aparte de ellos los reyes de Navarra firmaron un tratado con el rey de Francia que ponía en peligro a España. Debido a que los reyes de Navarra fomentaron ciertas doctrinas religiosas que disgutaron al Papa, se les concedió una bula de excomunión.
En 1512 Fernando el Católico pidió permiso a Navarra - aliada natural de Francia (comprender esto en el ambiente de rivalidad hispano-francés) - para que las tropas españolas pasaran por Navarra para atacar a Francia. La respuesta negativa por parte del rey navarro fue motivo suficiente para que Fernando el Católico ordenara al duque de Alba la ocupación de Navarra, mandando así ayuda a sus partidarios - los beamonteses - y, en menos de un año, la parte española del Reino de Navarra se incorporó a la Monarquía Católica. Sólo se encontró cierta resistencia en algunos puntos del sur, y como anécdota contar que Pamplona, la capital, cayó sólo en tres días.
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Incorporación de las islas Canarias
La soberanía del archipiélago canario le fue concedida a Castilla por el Tratado de Alcaçovas (1479) que definía los territorios españoles y portugueses.
Sin embargo, las islas no serían totalmente sometidas hasta la conquista de Tenerife en 1496.
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Instituciones políticas
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Reino de Castilla
Se remodeló el Consejo Real en las Cortes de Toledo de 1480 haciéndolo más estructurado y dividiéndolo en partes.
Se formó la Audiencia de Granada. Se produjo un aumento en la Hacienda castellana debido a los impuestos y a los señoríos procedentes del reparto del territorio nazarita.
Para controlar el bandolerismo en los caminos y en general el hurto se instituyó la Santa Hermandad en 1467. En los municipios se instauraron los corregidores, la autoridad pertinente en el ámbito municipal.
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Corona de Aragón
Apenas se modificó. Lo más importante fue el mayor poder que se dio a los lugartenientes de la zona y el establecimiento del sorteo electoral consistente en sacar de una bolsa un papel con el candidato propuesto. Esta modificación permaneció por 30 años más, cuando el Rey muere, y este reinado queda en el olvido
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Política religiosa

Madonna de los reyes Católicos, pintada entre 1490-1495; Fernando y el infante Juan a la derecha de la Virgen (con el inquisidor), Isabel a la izquierda
El Papa Inocencio VIII concedió a los Reyes Católicos el derecho de Patronato sobre Granada y Canarias lo que suponía el control del Estado en los asuntos religiosos.
Una bula del Papa Sixto IV en 1478 creó la Inquisición en Castilla para un control de la pureza de la fe, y más tarde en Aragón (en Cataluña existía desde 1248). La Inquisición española fue la única institución común para los dos reinos. Fue muy dura la etapa de Fray Tomás de Torquemada como Inquisidor General.
En 1492 se expulsó a los judíos -de gran poder económico- de España produciéndose una crisis económica. Salieron de España unos dos tercios, convirtiéndose los demás. También se obligó a los musulmanes a convertirse al cristianismo -pasándose a llamar moriscos- o a abandonar España.
El resultado de esta acción de limpieza religiosa fue la creación de un país de civilización cristiana y el comienzo de la identificación de patria y religión.
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Economía y sociedad
La expulsión de los judíos supuso una gran pérdida económica para España.
La base económica de la Monarquía Católica estaba en la agricultura, en la ganadería lanar y en la exportación de materias primas. Castilla era la potencia industrial y comercial más grande de la época y Aragón no le seguía de lejos. Para defender la riqueza que suponía la lana, los Reyes concedieron privilegios a la Mesta con la Ley de Defensa de las Cañadas de 1489, amenazadas por los agricultores. Se protegió a los artesanos por medio del comercio interno.
Social y económicamente se favoreció a la alta nobleza que aumentó su poder económico con los señoríos granadinos. Las Leyes de Toro de 1505 fortalecieron la institución del mayorazgo.
En Cataluña se solucionó el problema de los payeses de remensa con la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1468) que suprimió los malos usos y obligó a los campesinos a pagar nuevos impuestos.
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Política exterior
La política exterior agresiva y expansionista llevada a cabo por Fernando e Isabel fue posible gracias a una serie de factores:
La iniciativa diplomática de Fernando II de Aragón. Su propósito era conseguir los mejores acuerdos para su reino. Continúa la política tradicional de Aragón hacia el Mediterráneo con la vista puesta en Oriente, como lo demuestra su blasón (ver más abajo Blasones).
La eficiencia del ejército de la Corona al mando del general Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Fernández de Córdoba organizó el ejército sobre una nueva unidad de combate, el tercio, o tercios reales.
La gran aportación de recursos económicos procedentes de la industria y del comercio de la lana y del trigo.
La política matrimonial de los reyes.
1502 heredan el título de Emperador Bizantino.
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Política matrimonial
La política de los Reyes Católicos incluyó también las alianzas por los matrimonios de sus hijos. Fueron éstos:
Isabel, casada con infante Alfonso de Portugal, y con Manuel I de Portugal, primo de su primer esposo.
Juan, casado con Margarita de Austria y muerto prematuramente (1497). Está enterrado en el monasterio de Santo Tomás de Ávila.
Juana (Juana la Loca), casó con Felipe de Austria (Felipe el Hermoso), hijo del emperador Maximiliano I de Austria.
María, casada con Manuel de Portugal, su concuñado, al morir su hermana Isabel.
Catalina, que casó con primero con el príncipe Arturo de Inglaterra, y tras la prematura muerte de éste, con su hermano, el que más adelante sería Enrique VIII de Inglaterra.
En otras palabras, esta se orientó en la búsqueda de la alianza con Portugal y en la creación de una coalición opuesta a Francia.
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La expansión por el Mediterráneo: Italia
Una vez finalizada la conquista de Granada, el rey Carlos VIII de Francia firmó con Fernando el Católico en 1493 el Tratado de Barcelona, mediante el cual Aragón recupera el Rosellón y la Cerdaña a cambio de su postura neutral ante un inminente ataque francés al reino de Nápoles.
El ejército de Carlos VIII se situó en el sur de Italia destituyendo al rey de Nápoles (pariente de Fernando el Católico). La situación de Francia en la península Itálica no gustó al Papa -el valenciano Alejandro VI- el cual pidió ayuda a los Reyes Católicos. Fernando no dudó en intervenir y en poco tiempo, y gracias al ejército del noble andalúz Gonzalo Fernandez de Córdoba, el Gran Capitán, los franceses fueron expulsados y el rey napolitano recuperó su trono.
En 1500 el nuevo rey Luis XII de Francia firmó con Fernando el Católico el Tratado de Granada para ocupar los ejércitos de ambos países el reino de Nápoles. Fernando el Católico accedió y el rey de Nápoles volvió a ser destituido. Ambos ejércitos ocuparon la zona, pero las discrepancias comenzaron a surgir entre ambos ejércitos y comienza una lucha de guerrillas. Pese a la inferioridad numérica del ejército del Gran Capitán, derrota a los franceses y los expulsa de Italia. Nápoles es conquistada e incluida en la Corona de Aragón.
Durante el fin del reinado de Fernando el Católico se reanuda la intervención de España en asuntos italianos. Los Reyes Católicos participan en la Liga de Cambray de 1508, convocada por el Papa Julio II contra Venecia. Después de esta liga comienzan a producirse roces entre el Pontífice y Francia. Por el auxilio que pide el Papa, Fernando el Católico rodea Roma con sus tropas ante un posible ataque francés para destituir al Papa. En este contexto se produce la incorporación de Navarra a la corona.
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Expansión por el norte de África
Después de la conquista de Granada, los Reyes Católicos deciden comenzar una conquista por el norte de África con una doble intención:
Eliminar los focos de la piratería berberisca de la zona.
Continuar la Reconquista para la cristiandad de la Nova Hispania (el Magreb).
La conquista comenzó con la conquista de Melilla por Pedro de Estopiñán en 1497 y se reanudó en 1505 con la toma de Mazalquivir. Se ocuparon el Peñón de Vélez, Orán, Bugía, Argel, Túnez, La Goleta y Trípoli.
Cabe destacar la participación militar del propio cardenal Cisneros, confesor de Isabel la Católica y tercera persona más poderosa en la España de la época por ser Arzobispo de Toledo, y, por tanto, Cardenal Primado de España. La conquista del Norte de África tuvo que ser finalizada en 1510 debido a la reanudación de las guerras en Italia.
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La expansión atlántica: América
En 1486 Cristóbal Colón ofreció a los Reyes Católicos un proyecto ya ofrecido a Portugal (con Castilla los únicos países europeos con una Marina seria) y que este ha rechazado porque está negociando con Castilla el tratado de Tordesillas: viajar a las Indias a través de una nueva ruta por el Atlántico. Los informes científicos al respecto fueron muy poco favorables para Colón, y para la corona era cuestión prioritaria en esos momentos la conquista de Granada. Terminada ésta, los Reyes Católicos aceptaron su proyecto, pensando en la posibilidad de encontrar nuevas tierras colonizables, tras el fin de lo que los reinos peninsulares llevaban haciendo los ocho siglos anteriores.
Mediante las Capitulaciones de Santa Fe del 17 de abril de 1492 se recogieron las negociaciones llevadas a cabo con Colón: nombramiento de almirante, virrey y gobernador de los territorios por descubrir y la décima parte de todos los bienes obtenidos. El costo de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedís, más el sueldo de Colón. En contra de la idea popular de que fue sufragado por «las joyas de Isabel la Católica», hemos de aclarar que la mitad de dicho dinero lo prestó Luís de Santángel - tesorero de la Corona de Aragón era de familia hebrea - con fondos de la Santa Hermandad, la cuarta parte la aportó el mismo Colón - que a su vez los pidió prestados-, y la cantidad restante probablemente la derramaron banqueros y mercaderes residentes en Andalucía, entre los que estaban los hermanos Pinzón y Juan de la Cosa.
El 2 de agosto de 1492 partió Colón del puerto de Palos con la nao Santa María - propiedad de Juan de la Cosa- y las carabelas la Pinta y la Niña - propiedad de los hermanos Pinzón- con 100 tripulantes aproximadamente. En octubre llegaron a la isla de Guanahaní que bautizaron con el nombre de San Salvador y desde la que pasaron a Cuba y la Española.
Se firmó entre España y Portugal el Tratado de Tordesillas en 1494, mediante el cual se redistribuyó la influencia marítima de cada país.
En las Indias, anexionadas al reino de Castilla, se instauraron los sistemas administrativos tradicionales del reino castellano. Se creó la Audiencia en Santo Domingo en 1510, se instituyó en Sevilla en 1503 la Casa de Contratación, para controlar el comercio con América, impidiendo que cualquier otro puerto de España pudiese hacerlo.
Los reyes consiguieron el Patronato de Indias -concedido por el Papa- que les dejó controlar la Iglesia americana. Se instauraron además las encomiendas para evangelizar a los indígenas.
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Regencias
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Regencia de Fernando el Católico (1508 a 1516)
Dada Juana I de Castilla por trastornada por la muerte de su marido Felipe de Habsburgo (Felipe I de Castilla) las cortes pidieron a Fernando que ocupara el trono como regente. Fernando ocupó el trono de Castilla hasta que su nieto Carlos I alcanzase la mayoría de edad.
Durante la regencia de Fernando el Católico se incorporó Navarra al reino de Castilla y se produjo el matrimonio de Fernando el Católico con Germana de Foix.
Fernando el Católico murió en 1516 en Madridejos antes de que Carlos I llegara al trono español.
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Regencias por arzobispos
Hasta la llegada al trono por parte de Carlos I, España estuvo regida por dos obispos:
El cardenal Cisneros tomó el control en Castilla.
El arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón, tomó el control en Aragón.
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Blasones
Fernando tomó como emblema un yugo con una cuerda suelta, con la divisa "tanto monta...", en referencia al nudo gordiano. Fernando era rey de los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca y Conde de Barcelona, así como también de las dos Sicilias.La referencia al nudo gordiano del escudo de Fernando puede dar una clave de la historia de España. Según la leyenda, quien deshiciera el nudo gordiano podría conquistar Oriente. Alejandro Magno cortó el nudo con la espada y dijo: "es lo mismo cortarlo que desatarlo", o en castellano, "tanto monta...", de la divisa de Fernando. Aragón terminó la reconquista mucho antes que Castilla y se lanzó por la ruta de Oriente: los almogávares, el ducado de Atenas, son ejemplos de ello.
Isabel tomó como emblema un haz de flechas (en número variable) refiriéndose al viejo cuento del padre que al morir dice a sus hijos que, permaneciendo unidos como el haz, serán más fuertes. Isabel era reina de Castilla y de León, de Extremadura, de Asturias y Galicia, Señora de Vizcaya...
Los emblemas de Fernando e Isabel se muestran juntos, pero no unidos, como en el siglo XX los puso la Falange Española.
Otro blasón empleado por Isabel es una modificación de las columnas de Hércules. Desde los griegos, las columnas de Hércules (Heracles), en el estrecho de Gibraltar (el peñón de Gibraltar (Calpe) y Ceuta (Abila)) señalaban el fin del mundo conocido o navegable (lo que no obsta para los propios romanos llegasen por mar a las costas atlánticas de Galia o Britania, pero preferían hacerlo por tierra), por lo que representaron las columnas con una banda en la que estaba escrita la divisa "Non plus ultra" (no más allá). Tras el descubrimiento de América, conseguida la navegación por el Atlántico, Isabel añadió al escudo de la corona las dichas columnas, cambiando la divisa de la banda en "Plus ultra" (más allá).
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